Aunque en las películas y en la televisión los autos clásicos se ven muy bonitos, en la realidad, la antigüedad de un vehículo puede ser un problema. Según estudios realizados en España, el incremento de incidentes en las vías crece conforme la vejez del automotor es mayor. En definitiva, el riesgo de sufrir accidentes se multiplica en autos antiguos.
De acuerdo al mismo informe de la Fundación Española para la Seguridad Vial, las probabilidades morir en un accidente se duplican con un auto con más de 25 años de antigüedad. Esto se debe a que los sistemas de seguridad y la tecnología han avanzado últimamente, por lo que los autos más nuevos garantizan el cuidado de sus usuarios.
Solo como ejemplo, las bolas de aire se inventaron en 1952, pero solo fue hasta 1981 que Mercedes Benz las incluyó en sus modelos comerciales. Sin embargo, eran considerados accesorios y no todos los autos los poseían. Por lo que no todos los autos, en las siguientes dos décadas incorporaron estos sistemas. En la actualidad, por normas internacionales, la mayoría de autos deben tener incluidos al menos dos airbags en cada modelo. Así se cuida la vida de los pasajeros.
Adicionalmente, la inclusión de la tecnología, al incorporar computadores en los autos, también facilitó el desarrollo de sistemas adicionales para la seguridad. Controles eléctricos de tracción, asistentes de pendientes, estabilizadores y más mecanismos son posibles gracias a los últimos años de la innovación en la industria.
Todos y cada uno de los avances fueron pensados en garantizar la protección del conductor y los demás pasajeros.
Uno de los grandes problemas que muchas empresas tienen cuando disponen de flota propia de autos es la renovación de la misma. Es un gasto fuerte cada cierto tiempo. Por ejemplo, una organización que requiere de al menos 5 camionetas para funcionar, podría hacer un gasto sobre los $100.000, dependiendo la marca y el modelo, para tener nuevas camionetas. Adicionalmente, el valor aumenta al realizar el proceso de matriculación, contratación de un seguro y otros gastos adicionales. Sin duda alguna, en este ejemplo, se convierte en una salida de dinero importante.
Con el renting, la protección del capital es posible. Según cada contrato, una empresa puede renovar el modelo del auto rentado cada determinado tiempo. Es decir, que luego de algunos años de usar un modelo, el contratista puede pedir la versión más nueva en la siguiente renovación del contrato.
Con esto, seguirá haciendo uso del auto que requiere para el funcionamiento de su empresa, sin incurrir a un gasto fuerte de dinero. Además, seguirá pagando un valor fijo mensual, en el cual estarán incluidos los montos del seguro, mantenimiento, matriculación y otros particulares fijados en el contrato. Así el usuario solo deberá preocuparse de cancelar el valor mensual y no en otros gastos.
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